Imaginarios urbanos alrededor de Quito: hay varios mitos sobre la fundación de Quito. El centro de Quito es el Panecillo y no el centro histórico.
A partir de los imaginarios individuales se crea la identidad colectiva de los pueblos, los imaginarios son sociales porque, en el marco de las relaciones entre los hombres, se producen condiciones históricas y sociales favorables para que determinados imaginarios sean colectivizados. Los imaginarios sociales, a diferencia de los individuales, requieren ser institucionalizados y legitimados socialmente.
Por ende, los imaginarios jamás -a pesar de su relativa autonomía- están exentos de historicidad. Cada gran época y cada lugar, entendido como el lugar antropológico contiene uno o varios paradigmas imaginarios
Por imaginarios sociales se entenderá aquella manera compartida —de intensidad variable en nuestra individualidad moderna- de representar el espacio y el tiempo.
Los imaginarios, como matrices de sentidos que son, se sitúan en la difusa frontera de lo real y lo imaginado: lo deseado, lo perdido, lo que no se tiene. Pero justamente, porque hablan de lo perdido y lo deseado, los imaginarios -expresiones simbólicas- siempre suponen un ánimo de visualizar lo invisible. El ejercicio de imaginar es, entonces, una intención dirigida a un objeto ausente.
Los mitos son un claro ejemplo de los imaginarios colectivos.
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